Dibujar a partir de un círculo.











          

                        

Nos gusta dibujar y además...

Dibujar favorece la atención y la concentración. Quien dedica tiempo a dibujar alcanza un estado de concentración agradable y placentero. La concentración, -muy necesaria en el niño para absorber el aprendizaje que viene de su entorno-, mejora con la práctica, y qué mejor forma de ejercitarla que dibujando. 

Dibujar ayuda a mejorar la autoestima del niño. Lo hacemos en un ambiente no competitivo, relajado en el que disfrutan de sus logros personales. El dibujo de los niños es un pretexto perfecto para darles un refuerzo positivo de lo bien que hacen las cosas y de lo que son capaces. Me encantan los niños que quieren comerse el mundo, y sólo lo intentarán si se creen capaces de ello, si tienen una buena autoestima. Sin duda, el reconocimiento del arte de los niños refuerza la confianza en ellos mismos.


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